Taylor Swift, Billboard Women Awards speech 2019
Por Macarena Rubio Freire
Ser hombre o ser mujer es la primera variabilidad que tenemos en nuestras vidas, de esto se deriva cómo nos manejaremos en un futuro, qué colores nos gustarán, qué tipo de ropa utilizaremos y, por supuesto, qué música está hecha especialmente para nosotros. Durante años, la industria musical ha sido dirigida por y para hombres; esto se demuestra en la diferencia porcentual que existe entre hombres y mujeres dentro de la misma. En la actualidad, las diferencias son menos notorias; sin embargo, existe aún un largo camino por recorrer para llegar a un verdadero equilibrio e igualdad, empezando por el uso correcto del lenguaje, el cual cuando se trata de arte, cambia dependiendo del género del artista.
Si se habla históricamente, la música ha sido inherente al ser humano. No obstante, en determinadas épocas solo se podía admitir que una mujer tocara el piano o el violín en busca de que se vea como dotada o virtuosa, dándole un toque aún más sexista al hecho de que dominara el canto o el piano, puesto que la hacía ver como un mejor prospecto para el matrimonio. Por el contrario, en caso de querer componer música, la mujer debía utilizar pseudónimos, apoyarse en los nombres de sus padres o hermanos para que sus obras puedan salir a la luz o incluso mandarlas como autor anónimo. En 1686 el Papa Inocencio XI declaró: "La música es totalmente dañina para la modestia que corresponde al sexo femenino, porque las mujeres se distraen de las funciones y las ocupaciones que les corresponden... Ninguna mujer... con ningún pretexto debe aprender música (ni)... tocar ningún tipo de instrumento”.
“En los últimos 10 años, he visto cómo las mujeres en esta industria son criticadas y comparadas entre si en función de sus cuerpos, sus vidas amorosas y forma de vestir”. Taylor Swift
Según Forbes, en la industria musical los hombres ocupan el 70%, mientras que las mujeres tienen una participación del 30% y tienden a ser ignoradas, mal pagadas, hiper – sexualizadas y obtienen menos rotación en las distintas plataformas musicales (Jarrin, 2021). Esto no es todo, a parte de las variaciones en ganancia y representación, la industria musical presenta terribles diferencias con respecto al lenguaje utilizado hacia hombres y el lenguaje que se utiliza hacia las mujeres; empezando con palabras como “estrategia y manipulación” y terminando con “exitoso y suertuda”. Según Music Business Worldwide (MBW), las mujeres en la industria musical ganan apenas 82 centavos por cada dólar que gana un hombre, y si se trata de una mujer de color, la paga es aún menor. Además, MBW analizó la brecha salarial de las principales empresas de la industria musical como: Universal Music Group, Warner Music Group, Spotify, Sony Music y Live Nation; en donde reportaron diferencias salariales de hasta un 30% entre ejecutivos hombre y mujeres en las disqueras, por ejemplo: la paga por hora de trabajo en Live Nation es de casi 50% más baja para mujeres, y en Spotify, las mujeres reciben casi un 20% menos de bonos que los hombres.
"Se puede decir que Taylor Swift no es parte de la industria musical, sino que ella ES la nueva industria musical".
A pesar de que los esfuerzos para combatir el machismo se han intensificado, la industria musical está todavía sumida en la desigualdad. Artistas icónicos como Taylor Swift lo han reiterado no solo por medio de redes sociales, sino también en entrevistas e incluso a través de su propia música. En el caso específico de Swift, como artista independiente, se ha levantado en contra del sexismo al que se enfrenta todo el tiempo y lo vemos en los siguientes ejemplos:
En su séptimo álbum denominado “Lover” existe una canción completa que se llama “The Man”, esta canción hace referencia a cómo para las personas del género masculino se facilitan los caminos y objetivos por el simple hecho de ser hombre. The Man expresa la desconformidad de Swift con el hecho de que no se tome en cuenta el talento o la capacidad que cualquier persona tiene, sino el género que la persona profese; y además habla del variable discurso que el mundo maneja para referirse a las mujeres.
En relación a la idea anterior, la variabilidad de los discursos también han sido tema de conversación para Swift, quien habló expresa y directamente de esto en su discurso cuando quedó como “Mujer de la Década” en los Billboard Women Music Awards: “En los últimos 10 años, he visto cómo las mujeres en esta industria son criticadas y comparadas entre sí en función de sus cuerpos, sus vidas amorosas y forma de vestir”. Definitivamente, la comparación es la mejor arma que posee el machismo para que las mujeres no peleen en su contra, pues se dedican a pelear entre ellas.
Durante una entrevista en televisión, Taylor Swift habló de las diferencias lingüísticas que se ocupan entre hombres y mujeres “si un hombre hace algo inteligente se le califica como “estratégico”, si lo hace una mujer entonces es “calculadora”” expresó la cantante.
La forma en que Taylor Swift visibiliza el machismo en la industria musical ha marcado un antes y un después. La cantante americana se ha convertido en un símbolo de la no distinción entre hombres y mujeres; lo que ha hecho que sea valorada no solamente por su música, sino por el discurso dentro de la industria. Actualmente tiene igual o más reproducciones, clicks y likes que muchos artistas hombres, además de que sus ganancias han incremendado en relación a los grandes artistas masculinos actuales. Por lo tanto, se puede decir que Taylor Swift no es parte de la industria musical, sino que ella ES la nueva industria musical.
Finalmente, que si bien Taylor Swift ahora es la cabeza de un movimiento en pro de los derechos de las mujeres en la industria musical, no ha sido la única cantante mujer que ha tenido que sufrir la crudeza y dureza de la misma, sino que representa a todas las mujeres que han pasado por ella. Se puede decir que, gracias a su valentía y defensa por oportunidades equitativas, la industria musical está cambiando, aunque aún a paso lento, pero cambiando permanentemente.
Exelente artículo, la industria de la música ha Sido muy machista por mucho tiempo, ya es tiempo de cambiar.